2010, ya nos alcanzo o quizás nosotros ya duramos mucho tiempo aquí, como sea, el año comenzó oficialmente hoy y en mi cabeza no dejan de girar todos aquellos cambios que quiero realizar a partir de YA.
Antes de salir de vaciones ya tenía en mente venir a Guadalajara, quería olvidar. Olvidar un sin número de cosas que no me dejaban en paz, cosas que ya no me permitían pensar con claridad. Calificaciones, conflictos amorosos (rupturas necesarias, enamoramientos indebidos y la búsqueda de alguien que me ame), la elección de la carrera que estudiare en unos pocos meses, amistades que llegaron por conveniencia y amigas que se perdieron en la distancia. No podía más. La presión y la tristeza me estaban tragando.
Eso ya pasó y me siento feliz. Las cosas que quería hacer en Gdl. las he hecho. He pasado tiempo con mi mamá y hermanos que me hacían tanta falta, dormir con ellos, reír y dormirnos hasta altas horas de la noche, compartir anécdotas. Era algo que en serio extrañaba.
También quería olvidarme de él, quería dejar de pensar en su figura, en sus letras que tanto daño me hicieron, quería confesarle cuanto lo amaba y dejarme en claro que él no es una buena opción para mi. Duele saber que todas las heridas que tengo dentro yo sola las provoqué y que esta historia viajará conmigo por siempre.
Gotas de lluvia que no caen del cielo.
Las cosas con David también las debía ordenar, porque honestamente, ya no le aporta nada a mi vida, una persona apática ante todo, que no se quiere superar no es alguien con quien desee estar. Punto final. Se terminó. Y sí, es algo que requiere un tiempo de duelo porque, necesito dejar de sentirme culpable por él y hacerme saber también que no fui mala, que las cosas ya iban a su fin. Aun así lo voy a extrañar.
Lo que me parece curioso es como por pensar en este tipo de cosas no nos damos cuenta de quien esta a nuestro lado SIEMPRE, no lo notas y de pronto, un día pasa algo que te hace verlo claramente y te das cuenta que es Él quien verdaderamente vale la pena, que con Él estarás bien porque lo amas y Él a ti. Ese tipo de amor es el que no se puede explicar con intentos de poemas ni mensajes insinuantes, es un amor que no te intimida, un amor que te deja ser Tú desde antes que sepas que es tu amor. Hermoso/Maravilloso/Bello. No hay más. Y lo encontré.
Dejé de preocuparme por cual carrera voy a estudiar, porque lo que quiero saber sobre las 3 que probablemente estudie ya lo sé y sé también que cuando llegue la hora de elegir lo voy a hacer correctamente porque para ese entonces el cambio dentro de mi ya se habrá concretado, habré madurado y habré aceptado que yo: Monserrat Miramontes, soy una adulta.
Madurar no significa volverte amargado, ni dejar de jugar, ni de ver caricaturas. Madurar es darte cuenta de lo que tienes y de lo que quieres, fijarte un rumbo, una meta y tratar de cumplirla. Eso quiero.
Quiero saber más, quiero experimentar más, quiero amar más, quiero emocionarme más, quiero gritar, reir, leer, vivir, quiero madurar. Quiero redescubrir a Monse.
El cambio de niña a mujer, suena gracioso pero me he dado cuenta que es algo necesario y poco a poco se ha ido dando en mi sin darme cuenta; mi forma de vestir, de pensar, de hablar, de relacionarme con las personas, de expresarme, de amar, hasta mis amistades han cambiado y son cosas que jamás había notado y que ahora me da gusto ver.
Ropa, tacones, maquillaje, cosas superficiales pero que de un modo u otro te hacen cambiar.
En pocas palabras: este 2010 quiero ser una mejor persona y llenar esos huecos que aun traigo.
