12.23.2015

( ) 8


La última vez que escribí aquí fue sobre ti. Es curioso que todavía me dirija a "ti", como si todavía leyeras este blog. 

No escribo porque te extrañe o algo parecido, creo que es sólo porque escucho esas canciones que me recuerdan a ti. Más temprano escuché esa canción que dijimos bailaríamos en nuestra boda y la verdad es que todavía no logro escucharla sin que en mi mente aparezca esa escena, creo que la elaboré con tanto detalle que ya se quedará así para siempre. 

Estoy tan feliz de ya no ser tu novia. Comencé a estarlo desde hace algún tiempo. Dejé de llorar porque dejaste de estar conmigo y empecé a darme cuenta que en realidad nunca fuimos nada serio. Ni con tu familia, ni con tus amigos, ni con tus planes de vida; nunca fuimos nada real. Al menos por tu parte no. Creo que siempre tuviste miedo de crecer, miedo de comprometerte, miedo de avanzar. 

Lo que nunca voy a dejar de lamentar es el hecho de que jamás podremos volver a ser esos mejores amigos de antes, eso sí que lo extraño. 

Me dejaste muchas heridas, unas cuantas siguen abiertas, al punto de tener miedo de ver/escuchar/leer algunas cosas, no creo que te puedas hacer a la idea de cuánto dolor fuiste capaz de producirme. Algunas veces lloro, de coraje, de dolor y de tristeza al mirar atrás y verme destrozada. 

Te odio por haber destruido tantas cosas hermosas... el simple hecho de escuchar música duele.

¿Recuerdas el 8 de diciembre? Tres años juntos y tres años separados.


Apuesto a que todavía te sientes miserable.