10.06.2009

Repetición.


… Y abro el libro

Dos manchas sobre la primer hoja.

Parecen manchas de imprenta –pienso- .

Lo segundo que hago es olfatear

me gusta el olor de las cosas. De los libros en específico.

-Huele a nuevo- percibo aún, unas notas de pegamento.

La textura de sus hojas, lo tercero que hago, del grueso y suavidad justas.

Comienzo a hojearlo

me detengo en la página 12,

me encuentro con un error más de imprenta.

Parece hecho con pluma.

Acerco un poco el libro y observo la mancha de cerca,

sólo para asegurarme.

Suavemente las yemas de mis dedos recorren sus bordes

sintiendo sus pequeños relieves

y me imagino teniendo buenas charlas con mi nuevo amigo.

Te prometo una buena historia –le susurro-.

Sentada en una silla en mi habitación subo mis pies

desnudos sobre la cama y los meto entre las cobijas,

descanso mi espalda sobre la pared

Y abro el libro.

Dos manchas sobre la primer hoja.

Parecen manchas de imprenta –pienso-.

Lo segundo que hago es olfatear

me gusta el olor de las cosas. De los libros en específico.

-Huele a nuevo- percibo aún, unas notas de pegamento.

La textura de sus hojas, lo tercero que hago, del grueso y suavidad justas.

Comienzo a hojearlo

me detengo en la página 12,

me encuentro con un error más de imprenta.

Parece hecho con pluma.

Acerco un poco el libro y observo la mancha de cerca,

sólo para asegurarme.

Suavemente las yemas de mis dedos recorren sus bordes

sintiendo sus pequeños relieves

y me imagino teniendo buenas charlas con mi nuevo amigo.

Te prometo una buena historia –le susurro-.

Sentada en una silla en mi habitación subo mis pies

desnudos sobre la cama y los meto entre las cobijas,

descanso mi espalda sobre la pared

Y abro el libro

Dos manchas sobre la primer hoja.

Parecen manchas de imprenta –pienso-.

Lo segundo que hago es olfatear

me gusta el olor de las cosas. De los libros en específico.

-Huele a nuevo- percibo aún, unas notas de pegamento.

La textura de sus hojas, lo tercero que hago, del grueso y suavidad justas.

Comienzo a hojearlo

me detengo en la página 12,

me encuentro con un error más de imprenta.

Parece hecho con pluma.

Acerco un poco el libro y observo la mancha de cerca,

sólo para asegurarme.

Suavemente las yemas de mis dedos recorren sus bordes

sintiendo sus pequeños relieves

y me imagino teniendo buenas charlas con mi nuevo amigo.

Te prometo una buena historia –le susurro-.

Sentada en una silla en mi habitación subo mis pies

desnudos sobre la cama y los meto entre las cobijas,

descanso mi espalda sobre la pared

Y abro el libro…




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