Sabía que Él estaba aquí y me importó nada. Yo quería verte, los dos lo deseábamos.
Pequeño, delgado, lo que se conoce como "menudo". Ya no eres tan niño, pero sigues pareciendo uno, y me gusta.
A todos les cuento cómo fue el día que viniste. Tan elegante, formal, caballeroso... tan niño, y me cuidaste como cualquier hombre.
Un abrazo.
Una caricia.
Un te amo.
Un beso.
Eres lo más tierno y frágil que he deseado.
Eres la mentira más bonita que he dicho.
Eres el mejor engaño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario