Si supieras Calderón
cuántas mentadas el pueblo,
en alto pedo poético,
te hemos echado pelón,
te asombrarías, seguro,
y ni tu compa de hacienda
sacaría bien la cuenta
de las veces que tu culo
ha sido vituperado,
no sólo en estos días,
por calacas y catrinas,
sino diario todo el año;
porque con tanta mamada
que sueltas con devoción,
no nos dejas otra opción
que mandarte a la chingada
en poemas, en canciones,
en columnas y cartones,
¿es que cómo que aumentar
los impuestos y tributos?
¿No les basta con robar
a escondidas pinches putos?
Ojalá cuando te mueras,
te encuentres con Zapata,
con Heraclio y Pancho Villa,
y que allá en la otra vida
pagues por lo del IVA,
por la sangre derramada,
y las miles de injusticias
que apoyas desde la silla.
Calderón yo me despido
y lo hago sin firmar
no por falta de tanates,
sino porque esto que digo
pudo haber sido escrito
por cualquier otro votante.
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